Al mirar por el retrovisor divisó un oscuro humo negro que perseguía su automóvil por toda la carretera. Como si la posibilidad de disminuir el volumen del equipo de música del coche, le permitiese ver mejor lo que ocurría a sus espaldas, dejo en un susurro el "Wrecking Ball" de la ambivalente pero modosita Hannah-Montana para sus hijos y la ahora, excitante y sugerente Miley Cyrus para Papá.
Con el cuidado de un conductor experimentado, lentamente y sin precipitarse, desplazo su vehículo hacia la cuneta derecha, deteniendo el coche en un espacio amplio donde no podría molestar el discurrir de ningún conductor.
No entendía de motores, ni de mecánica o similares, pero como en cualquier buena película, se limito a abrir el capó, dar varias manotadas al aire intentando despejar la humareda que comenzaba a ascender del motor y a maldecir en voz alta, sin que nadie pudiese escuchar sus juramentos, y así poder liberar la tensión acumulada del largo y penitente viaje.
No podía creérselo, pero apenas faltando unos kilómetros, quizás unas horas, para poder dar fin a la etapa en la que se encontraba enfrascado, los dioses comenzaban una vez más a alinearse para no permitirle acabar su cometido.
Se introdujo en el auto para evitar el frió intenso de la cruda tarde de invierno de un diciembre cualquiera en La Mancha y llamo con una pasmosa tranquilidad el numero de la compañía de seguros, para poder ser recogido lo antes posible y así dar punto final a este extraño viaje.
Una vez acomodado en el habitáculo de su utilitario, mientras se entonaban las primeras notas un tema de "Piano guys" comenzó a hacer un repaso meticuloso sobre todo el trayecto realizado, sobre todos los por menores que le había traído esta última etapa de su vida, este ultimo trayecto realizado, este ultimo año vivido, y no supo que decir.
La expresión de su cara variaba notablemente frente a cada recuerdo, frente a cada instante desvelado, frente a cada uno de los momentos relevantes vividos con enorme intensidad. Risas desternillantes, angustias pasajeras, amistades crecientes, palomas mensajeras olvidadas en los restos del silbido ensordecedor de los trenes perdidos. Carencias y opulencia, amarguras y grandes dosis de experiencia repletas de la escondida sabiduría, que en las largas noches del silencio y la angustiosa espera se acumulan en la antesala de la veteranía del paso del tiempo.
Ahora todo son costras, corazas, pieles resquebrajadas, dosis de realidad que este pasado recorrido ha dejado en ti, en mi, en nuestras vidas y discurre el tiempo y mientras espera la llegada de la grúa de sus anhelados sueños que le empujen a trasvasar los últimos minutos de este año vivido, recapacita y agradece el espacio recorrido, el tiempo productivo, los días evolucionados, con sangre, sudor, sonrisas y lagrimas.
Agradece la presencia de su gente, la felicidad generada, el cariño de los suyos, su familia, sus escasos amigos, la verdad de quienes le rodean, y vuelve a experimentar una paz interior que le generara la energía positiva suficiente para poder seguir su tarea, para continuar con un nuevo recorrido, para volver a vivir un nuevo año, que pase a saber que no volverá a ser facíl insistira con todas sus fuerzas por hacerlo llevadero para el y feliz para los demas, y luchará.
Ahora es el 2014 el que espera su llegada, allá, tras los últimos instantes a recorrer, con la sonrisa como bandera, la alegría como premisa, la verdad como estandarte, la realidad como aliada y los sueños, sus sueños, tus sueños como testigos infalibles del bello año que vamos a vivir.
¡¡¡¡ FELIZ 2014 y gracias por estar ahí !!!!
