Inspire una enorme bocanada de aire caliente y cerre los ojos.
Quería hacerme a la idea de que todo aquello que ne habia sucedio no me habia pasado a mi y tuve que retener durante unos instantes el tiempo para percatarme de la realidad.
Mientras continuaba jadeante me sente apesadumbrado y me mire durante unos instantes. Bueno, me intente reconocer, porque la realidad que me envolvia distaba muy mucho de mi apreciacion sobre la verdad que se alzaba ante mi.
Recogi la mochila del suelo, sacudi el polvo de mis pantalones, y con un movimiento reflejo aparte la melena de mis ojos. El calor impertienente volvia a aparecer y mis excasas ganas de continuar mi camino se difuminaron tras percatarme de que la cantimplora se habia quedado completamente vacia tras el aciago incidente.
Una rafaga de viento hincho la espalda de mi camisa y permitio a los poros sudorosos de la misma que se refrescasen dutante unos segundos. Era epoca de altas temperaturas y cualquier anomalia metearologica, como muchas de las que habia ultimamente, te aportaba un respiro que era muy de agradecer.
Me levante pausado, silencioso, con movimiento intermitentes, con una cadencia que intentaba explicar mi desconcietto.
Cuando llegue a sentirme seguro tras una primera inspeccion ucular a mi alrededor, intente hacerme dueño de una situación inexistente y proseguir asi con mi viaje.
Por aquel entonces nadie fumaba, tiempos de esperanza, pero yo, aun asi, preferia continuar con mi anticuada mania de encenderme estupidas cachimbas , casi ilegsles, de aromatico tabaco de contrabando envuelto en su alentador y blanco humo.
Olor a fortuna y discordia, olor a revolución y controversia, olor a descontento y armonia. Olor a verdadera Paz
La primera nube de humo blanco que salio de entre mis labios retumbaba en un silencio herido por el crepitar del tabaco aduyulterado que se consumia bajo el fuego preciso de mi carismatico Zippo.
Aquel incienso envuelto en gasolina sabia a una gloria solo percibida por los por aque entonces, antisistema como yo, discolos que aun perduraban con sus desavenidos gustos y sus revolucionarios, para aquella mojigata socienda, gestos libertinos.
Karina me miro, su esquiva sonrisa y sus pequeños ojos atrevidos disimulaban una admiración intermitente, un valor adolescente, unas ganas de revancha que el mundo le estaba solicitando a pleno pulmon. Pero pese a todo sonreia, o quizas aun mejor para ambos, me sonreia.
Distante sin apenas percatarme, abroche mis botas con fuerza, vacie la pipa golpeandola sobre el poyo de piedra que daba la bienvenida a la vivienda, y a la vez que desparramaba las ascuas con un ligero puntapie, hice un ademan a mi compañera para continuar con nuestra inesperada aventura en comun.
Se cerraba el atardecer y la escasa luz del dia que aun permanecia nos invitaba a buscar un refugio antes de que fuera inevitalbe el nuevo anochecer.
Me calé la visera de la gorra, cerre la chaqueta ante la inmediatez del frio nocturno e hice un ademan a Karina para que se pusiese en pie y me acompañase. Se levanto con su carazteristica parsimonia y se pego a mis pasos
Otra noche invernal nos esperaba pese a que aun no nos habíamos repuesto de la inexplicable esperiencia nocturna anterior.
Inspire una nueva bocanada de aire frio y cerre los ojos.
El mundo pedia tregua y nosotros no se la ibamos a dar.
(Continuará ...)
Olivia Belli "As I was"