Notturna delle Strade Di Madrid N º6, op. 30 de Luigi Boccherini
No se por donde empezar a desgranar la semana que he entrelazado entre kilómetros, angustias, temores, bravuconadas y lucha frenética contra mis pobres miedos y mis bravos instintos.
Me temo que cuando las cosas se encauzan de la forma que uno quería realizar te entran las ganas de ponerte medallitas de triunfos, que a la vuelta de la esquina, los soplos de realidad te las despojan con la misma gracia con la que te las adherías.
Lo mejor, o lo mas grande que puedo arrancar a la semana que me ha precedido es que la he disfrutado al máximo, y vuelta a empezar con la tontería.
Perdonarme por no haber descubierto el sentido de la vida ni el origen de la especie, pero tengo la sensación de haberme vuelto a equivocar creyéndome que estoy aprendiendo a vivir.
No única y exclusivamente, por como todos sabéis, encontrarme actualmente por fin trabajando, y tras asirme con tanta fuerza a algo tan anhelado, el entusiasmo por lo que esté haciendo, sea mas relevante, sino porque me encanta levantarme todas las mañanas a enfrentarme a una tarea muy amarga, muy dura y muy difícil, mi trabajo, pero que se envuelve en la textura de una realidad que voy fabricando día a día, golpe a golpe, como diría la canción, lagrima a lagrima, pero fraguado en el vientre del placer por luchar, de las ganas de vivir y del amor y el cariño que recibo a mi alrededor.
Me gustaría decir gracias y de nada a la vez, pero me siento tan dichoso en la imperfección de mi existencia que no lo cambiaría por nada del mundo, aunque irremediablemente me suponga ser yo para siempre. :-)
... y todo sigue fluyendo, sin poder moldearlo con mis manos, sin poder estrujarlo entre mis brazos, sin ser dueño y señor de nada pero amo y esclavo de mi dolorosa rija, que permite evacuar mis sufrimientos o luchar frenéticamente contra mis fobias.
Clamare silencioso a las estrellas que tantas veces me han visto orgullosamente llorar, que las melódicas pulsaciones de mis latidos son cadenciosos golpes entusiastas a las cuerdas del violín de la vida que me esta tocando aprender a tañer.
Me ha encantado tu entrada... Disfruta mucho del trabajo y de la vida, 1beso!
ResponderEliminarPrimero de la vida y despues del trabajo, pero cuando el ultimo no estaba, mas estrujaba al primero, ahora eso si, que no nos falte ninguno...jejeje. Gracias. Un besote!!!
EliminarUna entada emotiva a más no poder. Menudo descubrimiento hice en tu casa.
ResponderEliminarHay que disfrutar de los días... de todos aunque sea sólo un poco.
Besos, un placer.
Disfruto viviendo, disfruto trabajando y disfruto "mientrasleo". Gracias por tus palabras, me sonrojan!!!
EliminarMe alegra que digas eso, viviendo y trabajando. En el trabajo pasamos media vida (con suerte).
EliminarBesos
Me ha gustado esta entrada tan positiva ¡Qué tiempos aquellos en los que habías perdido las esperanzas! Y, si lo miras bien, apenas ha pasado muy poco tiempo.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias por tus palabras Kayena, pero si de algo estoy seguro es de que nunca perdí las esperanzas, aunque el desasosiego anidase en mis sentimientos cuando me paraba a pensar en la que me podía caer (y de la que no nos hemos librado) El tiempo en la vida es relativo, según la intensidad en que es vivido. ;)
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