Paseos

      Arboles y arbustos, piedras jalonadas de hiedra o musgo hiriente.
      Verde, vegetación insistente.
      Tu mirada resplandeciente entre la espesura de tus labios, tu sonrisa acariciando el frió viento del camino, caminos espesos de momentos tensos y arropados. instantes seleccionados de entre la bruma del amor.
      Acaricio tu cabello, enredando mis dedos entre tus risas y serpenteas tu felicidad sobre mi rostro.
      Delante los pequeños corren distraídos mientras el sol comienza a ocultarse tras las inquietantes lineas oscuras de la sierra.
     Me abrazas, te tomo entre mis lazos, te encierro en mi candor rejuvenecido y expreso con susurros los desvelos de mi corazón con ternura sobre los esquivos rayos del sol que nos abandonan.
    Me entrego a ti, hoy otra vez, como debería ser el calor del fuego del hogar invernal, cálido y apasionado, protector y envolvente, y con una enorme sonrisa, te beso.
    Como besa la vida a la libertad, como se merece el enamorado del mundo, como te mereces tu, con verdad y sobredosis de amor.
    Y mientras tanto paseo junto a ti, a tu paso, paso sereno y agradecido, Paso firme y decidido, Paso fortalecido por el rumor del silbido de mi respiración candente.

    Y paseo ...  y disfruto de ti.

Comenzamos, nueva etapa !!!

   

       - Quisiera retomar la historia de tu vida desde el mismo instante en que me aleje de ti.

       Perplejo siguió sus palabras con detenimiento. 

       

       Durante todo el tiempo, mientras hablaba, no le miraba a los ojos, aun no sabia porque, pero tan solo seguía los precisos movimientos de sus labios, como si fuese un interlocutor con problemas de audición . Labios fuertes y delicados, mal heridos por el sol, por el esfuerzo pero sabedores de encerrar la misma verdad que transmitían cuando besaban con pasión.

        Su boca modulaba las palabras y pronunciaban sentencias mas o menos certeras, veredictos de juicios inconclusos, manifestaciones de teoremas sin descifrar pero al fin y al cabo sentimientos verdaderos que explotaban del alma y se convertían en realidades cuando el las pronunciaba.

      Pasaron los minutos y el monologo no cesaba, llegando ese molesto momento en que se convertía en monótono y aburrido, pesado e intrascendente, una perorata constante.

       Entonces, alzo la vista se detuvo en la viva mirada de libertad que se asomaba al otro lado del espejo y se dijo:

      - Ok,, me has convencido.  Comenzare a escribir otra vez, nuevas formas, nuevas vistas, nuevas historias, nueva vida. La vida recuperada, la vida reinventada, la vida que tenia somera y que ahora he hecho intensa, La vida que debo a quien más quiero en este mundo. A ti, mi musa, mi amiga, mi compañera, 

       

      A ti, MI MUJER