viernes, 2 de marzo de 2012

El entusiasmo de la primera semana

       


       Notturna delle Strade Di Madrid N º6, op. 30 de Luigi Boccherini


           No se por donde empezar a desgranar la semana que he entrelazado entre kilómetros, angustias, temores, bravuconadas y lucha frenética contra mis pobres miedos y mis bravos instintos.

          Me temo que cuando las cosas se encauzan de la forma que uno quería realizar te entran las ganas de ponerte medallitas de triunfos, que a la vuelta de la esquina, los soplos de realidad te las despojan con la misma gracia con la que te las adherías.

          Lo mejor, o lo mas grande que puedo arrancar a la semana que me ha precedido es que la he disfrutado al máximo, y vuelta a empezar con la tontería. 

          Perdonarme por no haber descubierto el sentido de la vida ni el origen de la especie, pero tengo la sensación de haberme vuelto a equivocar creyéndome que estoy aprendiendo a vivir. 

 No única y exclusivamente, por como todos sabéis, encontrarme actualmente por fin trabajando, y tras asirme con tanta fuerza a algo tan anhelado, el entusiasmo por lo que esté haciendo, sea mas relevante, sino porque me encanta levantarme todas las mañanas a enfrentarme a una tarea muy amarga, muy dura y muy difícil, mi trabajo, pero que se envuelve en la textura de una realidad que voy fabricando día a día, golpe a golpe, como diría la canción, lagrima a lagrima, pero fraguado en el vientre del placer por luchar, de las ganas de vivir y del amor y el cariño que recibo a mi alrededor.

          Me gustaría decir gracias y de nada a la vez, pero me siento tan dichoso en la imperfección de mi existencia que no lo cambiaría por nada del mundo, aunque irremediablemente me suponga ser yo para siempre. :-) 

          ... y todo sigue fluyendo, sin poder moldearlo con mis manos, sin poder estrujarlo entre mis brazos, sin ser dueño y señor de nada pero amo y esclavo de mi dolorosa rija, que permite evacuar mis sufrimientos o luchar frenéticamente contra mis fobias. 

           Clamare silencioso a las estrellas que tantas veces me han visto orgullosamente llorar, que las melódicas pulsaciones de mis latidos son cadenciosos golpes entusiastas a las cuerdas del violín de la vida que me esta tocando aprender a tañer.


"Mis pensamientos, la carretera y yo"


          

            

7 comentarios:

  1. Me ha encantado tu entrada... Disfruta mucho del trabajo y de la vida, 1beso!

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    1. Primero de la vida y despues del trabajo, pero cuando el ultimo no estaba, mas estrujaba al primero, ahora eso si, que no nos falte ninguno...jejeje. Gracias. Un besote!!!

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  2. Una entada emotiva a más no poder. Menudo descubrimiento hice en tu casa.
    Hay que disfrutar de los días... de todos aunque sea sólo un poco.
    Besos, un placer.

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    1. Disfruto viviendo, disfruto trabajando y disfruto "mientrasleo". Gracias por tus palabras, me sonrojan!!!

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    2. Me alegra que digas eso, viviendo y trabajando. En el trabajo pasamos media vida (con suerte).
      Besos

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  3. Me ha gustado esta entrada tan positiva ¡Qué tiempos aquellos en los que habías perdido las esperanzas! Y, si lo miras bien, apenas ha pasado muy poco tiempo.

    Un beso.

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    1. Gracias por tus palabras Kayena, pero si de algo estoy seguro es de que nunca perdí las esperanzas, aunque el desasosiego anidase en mis sentimientos cuando me paraba a pensar en la que me podía caer (y de la que no nos hemos librado) El tiempo en la vida es relativo, según la intensidad en que es vivido. ;)

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