domingo, 1 de enero de 2012

TU FOTOGRAFÍA.

         Aquel soplo de aire, removió los restos de la fiesta depositados en la esquina, los alzo ingrávidos, revoloteando con el compás del remolino. Una nueva ráfaga llego de arriba, expulsando el calor de la calle y barrio la calzada sin remilgos.

       Cerro la puerta tras de si, se apoyo en ella nada mas pasar y resoplo. Incorporándose, se dispuso a quitarse la bufanda, mientras con cierta dejadez iba permitiendo deslizarse el abrigo por los brazos. Con un movimiento conciso y estudiado, agarro el chaquetón por la solapa y lo arrastro hasta el perchero del final del pasillo.

        Se sentó en el sillón orejero que tiempo atrás le había dejado en herencia en vida, su amigo Luis, ubicandolo en el mejor sitio de la casa, tanto como reconocimiento a la amistad desmedida que le profesaba, como a la relación de amor-odio que le unía a ese mueble, totalmente fuera de si en la decoración minimalista que tenia en su apartamento, pero enamorado hasta la saciedad de su comodidad y envolvente manera de abrazarlo cuando se dejaba caer en el a leer las largas y frías tardes invernales.




         Apoyo la camara fotográfica en la mesa, después de haber introducido la tarjeta SD en el lector del ordenador que tenia conectado con la pantalla de plasma. Pulso varios ON, algún PLAY, y quizás un par de  STWICH ON cuando otra hermosa versión de su amado "Canon y Giga en Re mayor para violines y bajo continuo" (nombre completo con el que presumía nombrar a su pieza favorita de música clásica )  de Pachelbel, inundaba todo el salón, entonado por un enigmático sonido, salido de las entrañas de un legendario Stradivarius, de no recordaba concierto ni grabación.

        Comenzó a pasar las fotos, una a una. Se puso a analizar los encuadres, los juegos de luces y las distancias, perspectivas y matices en la realización de la instantánea. La temática y los objetos retenidos en el momento hasta que se detuvo en una...

        Siempre hay fotos que te dirigen hacia un sitio recordando un paso en el tiempo o te atrapan por su expresión y lo que con ella te quieren trasladar, pero hay otras que gustan sin mas, sin poder darles ninguna explicación, solo te atraen y punto y esta fue así.

       Lo bueno, que se recreo en ella durante un tiempo sin medida, lo malo, que instantes después, incomprensiblemente la borro, egoistamente y sin razón aparente, solo su interior revelaría en el futuro, que habia atrapado en aquella diapositiva o a quien, y porque, nunca le dio la oportunidad a nadie de gozar con aquella imagen, dandole el sentido practico de su sensible afición y la concesión de la perpetuidad a aquella fascinante imagen....

      Pero tu, que lees con recelo estas lineas, sabes desde tu hondo y pragmatico razonamiento, de que fotografía se trata, y comprendes, e incluso apruebas, el porque de su determinación, pues tu sabes perfectamente que también lo habrías hecho, exactamente igual. Pues esa es y siempre será, tu fotografía.

     

     

     

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