viernes, 10 de junio de 2011

Correr a todas horas...(parte I)

    No había salido el sol cuando se desperezo de la cama, el frescor primaveral entraba a hurtadillas por debajo de  las persianas del balcón del dormitorio, algún pajarillo que otro comenzaba a cantar ( no es por describir un amanecer idílico, es que era la pura realidad). Intentando no molestar con sus pisadas, bajó las escaleras posando solo el principio de la planta del pie y en ese momento, le recordó su talón de Aquiles, el exceso de kilómetros que habían engullido sus piernas el amanecer anterior. Aquella rutina inusual se había convertido en algo primordial para él. Gracias a los dioses, el "running", "foting" o simplemente, salir a correr, que en un primer momento se  habia cruzado en su vida como terapia para perder peso, con el tiempo era una disciplina imprescindible en su vivir cotidiano, donde cualquier interrupción de más de un par de días llegaba a casi desestabilizarlo emocionalmente, pues las endorfinas generadas por este enigmático deporte, bajaban su concentración en su organismo y le entraba el mono, si el mono, como si de una vulgar droga se tratase....

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